lunes, 28 de julio de 2014

DIA 4. CAMPIELLO - BERDUCEDO. VARIANTE DE LOS HOSPITALES. ETAPA REINA, EL 15 DE JULIO DE 2014 27 KM

Y llegamos a la etapa reina. Preparados para la mítica variante de los Hospitales, llamada así porque Alfonso II, creador de esta ruta, mandó construir hospitales para el albergue de peregrinos por esta maravillosa, bellísima, escarpada y durísima etapa. Etapa de alta montaña donde se alcanza el Puerto de Palo, de más de 1.100 metros de altura.
Todo esto la hace mítica, la niebla la hizo más llevadera que si hubiese hecho mucha calor o lluvia, que la hubiera hecho imposible, pero nos impidió disfrutar en toda su magnitud de la belleza indescriptible del paisaje. solo a ratos pudimos disfrutar de las increibles vistas...pero tuvimos un momento mágico.
Después de subir una de las rampas más duras que yo personalmente he subido en mi vida: niebla, piedras, desnivel brutal que llegaba a arañarme la nariz a la vez que iba subiendo, llegamos a un falso llano. Estaríamos a más de mil metros. En ese momento se abrió la niebla y surgieron, como espectros fantásticos,  una manada de caballos salvajes. Almas de fantasía, unicornios perdidos en las altiplanicies astures, seres mitológicos que nos pusieron los pelos de punta.
Ya todo el esfuerzo había merecido la pena. Desapareció el cansancio a la vez que aquellos animales, como en un decorado de película, aparecieron desfilando a escasos metros de nosotros. Fue algo bellísimo y breve. Igual que había aparecido la niebla de nuevo lo envolvió todo y los animales desaparecieron de nuestra vista. Manolo decía que fue el Apóstol. alguien pensará que las meigas gallegas. No sabría decir, pero si fue el momento mágico del camino. su recuerdo nos acompañará siempre. Tuvimos la sensación de ser seres privilegiados.
Después visitamos las ruinas de los hospitales, algunos de los cuales son ahora establos donde se refugian las vacas que campan a sus anchas por estos parajes. Resultaba increíble imaginar cuantos peregrinos habrán recorrido estos parajes en condiciones climáticas y físicas brutales guiados por la fe hacia el Apóstol. Y nosotros, ahora mismo, recreamos y evocamos su hazaña. Somos herederos de ese sendero mítico que lleva más de mil años cautivando a la gente.
Pasamos por parajes hermosísimos cuando la niebla nos permitió verlos. Teníamos en la retina guardadas imágenes impresionantes de las montañas surgiendo sobre y entre la niebla.
Luego cogimos una variante que nos evitó la subida (y sobre todo la terrible bajada del puerto de Palo). el sendero nos condujo llaneando por la falda de la montaña hasta Montefurado, precioso pueblo de un habitante y gallinas ávidas de barritas que salen a recibir a los peregrinos.
Luego camino hacia Berducedo, donde íbamos a descansar de esta maratoniana pero bellísima jornada. Se hizo pesado este último tramo porque el esfuerzo había sido muy grande pero había merecido la pena. Ya sabéis, hielo y cremita y otra vez maltratados por el único restaurante de la zona. Bazofia en forma de bocadillo de tortilla o pechuga de pollo con un pan que ha sido adoptado por el ejército norteamericano como chaleco antibalas para los marines. Y caro, por supuesto. Pero como es el único, pues eso o nada. De haberlo sabido no lo hubiéramos hecho, así que si pasáis por allí ni se os ocurra comer en el único bar, casa Marqués, iros a la tienda donde una señora superamable os venderá una lata de fabada o cualquier cosa. Comeréis mejor y pagaréis mucho menos. Estáis avisados. Por la noche preparé una espectacular tortilla ante la atónita y maravillada mirada de una parejita de jovencitos polacos que aprendieron como se hacía un sol que iluminó el albergue... Pedagogía culinaria.