LLEGAMOS A OVIEDO Y FUIMOS A VISITAR EL ROMÁNICO OVETENSE. UNA AUTÉNTICA MARAVILLA EN EL MONTE NARANCO, A CINCO MINUTOS DEL CENTRO DE LA CIUDAD. PRECIOSO.
DESPUÉS FUIMOS A COMER. ¿A QUE NO ADIVINÁIS QUÉ? CORRECTO... ¡¡¡PAELLA!!! ÍBAMOS BUSCANDO UN BAR PARA TOMAR CACHOPO PERO ESTABA EN OBRAS. ESO SI, COMIMOS UNA FABADA DELICIOSA.
DESPUÉS AL ALBERGUE, TRÁMITES DE ALOJAMIENTO Y SALIMOS A VISITAR LA CIUDAD Y DAR CUENTA DE ALGUNAS BOTELLAS DE SIDRA. ESA BEBIDA AL PRINCIPIO NO ME ENTRABA MUCHO PERO AHORA... EN FIN, QUE ME ENCANTA. Y A LOS DEMÁS TAMBIÉN. QUE JESÚS NO QUERÍA Y AHORA LE GUSTA MÁS QUE A LOS CHIVOS LA LECHE.
RECORRIMOS LA CATEDRAL Y FUIMOS VIENDO LAS CONCHAS DE SALIDA DESDE LA PROPIA CATEDRAL, DONDE HAY UNA PLACA INDICATIVA DEL PRIMER CAMINO. EL CAMINO PRIMITIVO.
ALLÍ ESTABA DOÑA ANA OZORES (LA REGENTA) QUE NOS DESEÓ SUERTE EN NUESTRO CAMINO Y LA IMPRESIONANTE CATEDRAL, MAJESTUOSA E IMPONENTE, COMO RECIÉN ESTRENADA, DE LA CIUDAD DE VETUSTA QUE CREÓ DON LEOPOLDO ALAS CLARÍN. TODO ESTABA PREPARADO, A DORMIR, NERVIOS... QUE MAÑANA COMENZAMOS. 305 KM POR DELANTE, MONTAÑA, SUBIDAS Y BAJADAS, NIEBLAS Y LLUVIAS, SOL Y NATURALEZA. GENTE Y AVENTURA, ESFUERZO Y SACRIFICIO COMPENSADO CON CULTURA, AMISTAD, HISTORIA Y MÍSTICA. ESE CAMINO LLEVA HACIÉNDOSE MIL AÑOS Y AHORA NOS TOCABA A NOSOTROS.
BUEN CAMINO.
